Circa 500: En el siglo VI, las tablas eran para los polinesios lo que los Ferrari para el hombre actual: un símbolo de estatus. Y cuanto más largas, mejor. Las de los nobles podían medir 8 m.
1778: Durante una escala en Hawái, los marineros de James Cook se convirtieron en los primeros europeos que veían surfear.
1907: El deporte debuta en el continente para, extrañamente, una publicidad del ferrocarril. El protagonista es George Freeth, que corta su tabla por la mitad y la deja en 2,7 m.
[image id=»64987″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]1926: Tom Blake, un pionero del surf, taladra agujeros en su tabla de 5 metros, para reducir su peso. A los pocos años, esta se convierte en la primera en ser producida en serie. La revista Popular Mechanics publica en 1937 los planos para hacerla en casa.
1932: El uso de madera de balsa en las tablas (hasta ese momento confeccionadas con maderas muy pesadas) reduce de 50 a 15 kilos el peso de las mismas. Comienza la era de los trucos en las olas.
“Tenía la tabla bien ubicada y en el momento correcto, pero caí. La tabla llegó a la orilla en 3/4 de segundo. Mientras yo me chocaba con el fondo marino”. Mark Twain, La dura vida
1934: Los hawaianos cortan la cola de la tabla. Esto hace que sea más hidrodinámica, lo que permite coger mejor las olas.
1935: Blake realiza otra innovación poniendo una quilla en la tabla. Las quillas dobles llegan en los años 1960, las triples en 1980.
1940 a 1959: La fibra de vidrio se convierte en el material estrella hasta que la reemplaza el poliuretano. Con él, las tablas son más livianas y se pueden surfear olas más grandes.
1971: Harto de perder su tabla tras una caída, Pat O’Neill (hijo del diseñador de trajes de neopreno Jack) une un cordón quirúrgico a una ventosa e inventa la correa de surfista.
[image id=»64988″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]2011: Tecnalia y Pukas, empresas españolas, colocan giroscopios en una tabla y descubren que los surfistas experimentan hasta 5 g en giros bruscos.
2011: El hawaiano Garrett McNamara surfea una ola de 30 metros en Nazaré, Portugal, y pulveriza el anterior récord de 25 m.
2012: La empresa Global Surf Industries crea una tabla con capas de fibra de vidrio y cáscara de coco (izquierda) que es un 25% más liviana y un 35% más resistente que el resto. Las tablas cuentan cada día con más tecnología, como el Wave Jet, un sistema de propulsión que permite navegar por las aguas a unos 11 km/h, sin que haya olas.
Redacción QUO