El programa de Ahora Madrid, la formación política que lidera la actual alcaldesa de la capital de España, Manuela Carmena, ya incluía la propuesta de declarar Madrid como zona libre de transgénicos. Y ayer, la web de dicho partido (no la del ayuntamiento, como se ha dicho en algunos sitios) ha publicado un nuevo texto que insiste en esa idea y que expone las razones por las que dicha inciativa debería llevarse a cabo, y tomar las medidas que permitan la prohibición futura de cultivar transgénicos en dicha comunidad.
Como era de esperar, esta noticia la reacción de la comunidad científica, especialmente la de la Federación Española de Biotecnología. Ya, durante la campaña electoral, este organismo emitió un comunicado en el que afirmaban que: «La declaración de Madrid como ciudad libre de transgénicos nos causa cierta preocupación. Los organismos modificados genéticamente (OMG) han supuesto una mejora sustancial en la calidad de vida de muchas personas.» El nuevo comunicado de Ahora Madrid ha sido de hecho una respuesta directa a dicho comunicado del FEBiotec.
En Quo nos pusimos en contacto con dicha organización, y hablamos con su representante, el biotecnólogo Pablo Ortíz, quien afirmó que: «El documento de Ahora Madrid carece de cualquier rigor científico. Es un conjunto de disparates. Parece que ha sido redactado por alguien que no se ha documentado lo más mínimo». Y añade, además, que: «Esa propuesta es un brindis al sol. Dudo mucho que si el ayuntamiento de Madrid quisiera sacarla adelante, tuviera algún apoyo legal para ello».
En opinión de Pablo Ortíz, lo peor de todo es que documentos como este contribuyen a aumentar el miedo en la gente. «Muchas personas han confiado en Ahora Madrid y, por buena lógica, pensarán que si ellos están en contra de los transgénicos es que eso debe ser lo correcto, sin atender a ningún tipo de argumento científico. El temor que hay con los transgénicos es tan irracional que no puede ni compararse con el que se le tiene a la energía nuclear. Por ejemplo, si en un pueblo anuncián que van a instalar una central nuclear, sus habitantes seguramente estarán en contra por una cuestión pragmática, por miedo a las consecuencias de que se produzca un accidente como el de Chernobyl. Pero si te reúnes con ellos y les explicas los riesgos y las posibles ventajas, en la mayoría de los casos son capaces de sopesar ambos extremos y decidir qué prefieren. Pero en el caso de los transgénicos el temor y la prevención que existen no se deben a una causa pragmática, sinó a una cuestión ética, a una postura política y social determinada».
Según la opinión del representante de la FEBiotec, con documentos como el que se ha publicado se está transmitiendo a la ciudadadanía información falsa, acusando a los transgénico de acarrear unos riesgos para la salud y el medioambiente que hasta ahora no han podido ser demostrados. «Y como no pueden argumentar con la ciencia de su parte, lo que han hecho ha sido convertir el tema de los transgénicos en una batalla ideológica. De esa forma, si te poscsionas a favor, te tachan de procapitalista y de estar al servicio de las multinacionales. Y así anulan todos los argumentos científicos y racionales». Y añade: «Hace poco fueron las vacunas, ahora los transgénicos… El público no siempre tiene tiempo para informarse a fondo sobre estos temas, por eso las autoridades tienen una responsabilidad de dar información verídica y fiable. Y esta carta de Ahora Madrid es justo lo contrario».
Igualmente en contra (aunque de forma menos airada) de la posible declaración de Madrid como zona libre de transgénicos, se ha manifestado el científico catalán Pere Puigdomènech (miembro de la Selección Española de Ciencia organizada por Quo), asegurando que: «Me parece una solemne tontería. Ya son ganas de crear una polémica absurda. Primero, porque en Madrid no se cultivan transgénicos de ningún tipo y, segundo, porque el Ayuntamiento no tendría competencia para prohibirlo en caso de que lo hubiera. Y lo mismo sucede con la venta de estos productos; están autorizados siempre que cumplan con los requisitos de etiquetado que marca la legislación y, hasta donde yo se, esto se cumple escrupulosamente».
Puigdomènech también expresa su deseo de que: «Espero que el Ayuntamiento no se tome muy en serio esa iniciativa de Ahora Madrid, aunque se trate de su propio partido. Creo que los habitantes de la capital de España tienen problemas más importantes y urgentes que enfrascarse en el debate sobre transgénicos sí o no».
Redacción QUO