Es uno de los misterios de estos felinos. La explicación más aceptada es la del veterinario estadounidense W. R. Mc Cuistion. Según él, el ronroneo tiene un origen hemodinámico, y no aerodinámico. El ruido se origina en el tórax, dentro de la pared de la vena cava, a su paso por el hígado y el diafragma.
El flujo de la sangre se comprime al pasar por el hiato diafragmático (un estrechamiento que comunica el esófago con el estómago), provocando oscilaciones turbulentas en la sangre al entrar en el tórax. Y eso es lo que genera unas vibraciones audibles que se transmiten y amplifican por los bronquios llenos de aire y la tráquea hacia los senos de la cabeza. Un prodigio.
Ángel Febrero
Experto en Naturaleza
Enviada por Miguel Varona, Montilla (Córdoba)
Redacción QUO