Generalmente las plantas carnívoras se limitan a una dieta de insectos a los que engañan con sus trampas. Pero ha habido casos en que se han encontrado plantas jarra -que ahogan y aplastan a sus presas en trampas parecidas a una vasija, que puede ser más pequeña que un dedo o mayor que una pelota- con los restos óseos de ranas, salamanquesas e incluso pequeños roedores.
Dicho esto, zamparse a un vertebrado es extremadamente peligroso para una planta. A la planta le lleva mucho tiempo digerir carne, de modo que la criatura desventurada se podría pudrir, lo que acabaría con la trampa misma.
Vayamos directos hacia lo que de verdad todos queremos saber: ¿una planta carnívora gigante podría desarrollar un gusto por los humanos? Mientras se curaba el pie de atleta, Rice alimentó con la piel infectada a Venus atrapamoscas, para ver si se la comía. Una semana después, le sorprendió (y le asustó un poco) no encontrar apenas nada de piel en la planta. La piel sana y los órganos internos seguramente tendrían el mismo final, predice. «Así que no llevaré el experimento al siguiente nivel».
Redacción QUO