Lo que sucede en el bosque de Gryfino, situado en el oeste de Polonia, es un misterio que la ciencia aún no ha podido explicar. Y es que allí crecen unos cuatrocientos pinos con una particularidad muy especial: todos tiene una curvatura de 90 grados en su base lo que, en opinión de algunos, les da un aire muy femenino y agraciado.
¿A qué se debe este curioso fenómeno? Lo cierto es que se desconoce la causa aunque, entre los lugareños, circula la versión de que los árboles fueron plantados en la década de 1930 por el servicio secreto alemán, con la finalidad de fabricar muebles con ellos. La curvatura de los mismos habría sido provocada por carpinteros germanos con dispositivos mecánicos.
Otra posibilidad es que la curvatura de los árboles sea debida a una mutación genética. Así, el patrón de crecimiento sólo habría afectado a la remesa que se plantó por aquel entonces. Aunque la causa que parece más probable es la que la deformidad sea debida a la acumulación de nieve que se produce en invierno en la base de estos árboles.
Redacción QUO