¿Existe un cementerio al que vayan a parar las estrellas más antiguas del Universo? Bueno, de una forma tan categórica tal vez no, pero sí algo parecido. Y es que un equipo de astrónomos británicos de la Universidad de Saint Michael en Colchester han descubierto una nube de gas que contiene solo dos elementos, hidrógeno y helio. Lo importante de este hecho es que los investigadores deducen que la casi total ausencia de elementos más pesados indica que la nube alberga los restos de las que podrían ser las primeras estrellas del universo.
El descubrimiento fue realizado sondeando una nube de gas de unos doce millones años. El análisis de la absorción de los gases de la luz de una galaxia distante ha revelado que la nube contiene aproximadamente una concentración de tan solo 0,04 % de elementos pesados, tales cómo tales como el carbono, el oxígeno y el hierro.
Los astrónomos explican que, poco después de su formación, estas primeras estrellas explotaron en poderosas supernovas, esparciendo sus elementos pesados en los alrededores de nubes prístinas de gas. Esas nubes llevan un registro químico de las primeras estrellas y de sus muertes. «Las nubes de gas encontradas anteriormente muestran un nivel de enriquecimiento más elevado de elementos pesados, lo que significa que fueron contaminadas por generaciones más recientes de estrellas», dice el astrofísico Neil Crighton, uno de los autores de la investigación. «Pero esta es la primera nube que muestra solo la pequeña fracción de elementos pesados esperada para una nube enriquecida únicamente por las primeras estrellas».
Redacción QUO