Hace 10.000 años, el ser humano ya exterminaba a sus semejantes. La prueba es que cerca del lago Turkana, en Kenia, han aparecido los restos de la que pudo ser la batalla o matanza más antigua conocida. Concretamente, se ha desenterrado restos de unos veintisiete individuos, de los cuales, ocho eran mujeres y otros seis, niños. Doce de los esqueletos estaban prácticamente completos y algunos se encontraban boca abajo. Entre ellos figuraba el cadáver de una mujer embarazada, ya que en su cavidad abdominal también han aparecido los restos de un feto.
Todos los restos encontrados mostraban claros signos de violencia física. De hecho, una de las mujeres estaba en una posición que parecía indicar que le habían atado las manos y los pies, y cinco de los cuerpos muestran lo que parecen ser heridas de flecha. Esta es, según los investigadores que han estudiado el hallazgo, la evidencia más antigua de un enfrentamiento violento entre dos grupos humanos numerosos.
El descubrimiento se produjo en 2012, pero ha sido ahora cuando se han conocido los resultados de la investigación. Junto a los restos humanso también se han encontrado pedazos de armas, puntas de flecha y de lanzas. Los investigadores creen que la causa del enfrentamiento pudo ser la rivalidad por los recursos naturales.
Redacción QUO