Ian y Brittani McIntire son un matrimonio de Kansas que aguardaba con impaciente felicidad el nacimiento de sus hijos mellizos. Desafortunadamente, los médicos les dieron las peores noticias que se le pueden dar a unos futuros padres. Uno de los mellizos, un varón, mostraba un hueco en el corazón y un cerebro con un desarrollo anormal. Para colmo, los especialistas presagian que el pequeño tiene muy pocas probabilidades de sobrevivir.

La historia, sin duda es triste. Pero los padres encontraron un fugaz consuelo a su dolor cuando en una de sus visitas posteriores al hospital, los médicos les mostraron una ecografía tomada con ulrasonidos, en la que se veía al mellizo moribundo en un gesto tan inusual como tierno. La imagen mostraba al feto rodeando con su mano uno de los dedos de su hermana.

Este gesto parece venir a confirmar todas las crencias relativas al especial vínculo que existe entre mellizos. Pero, lo más importante es que el matirmonio McIntire no olvidará nunca ese momento y esa ecografía tan especial. La cuál, por cierto, ya ha entrado por derecho propio en el «panteón» de las imágenes prenatales más célebres de todos los tiempos.

Redacción QUO