Un microscopio del tamaño aproximado de un céntimo es el responsable de abrir a los científicos una nueva ventana para conocer la actividad de las células dentro de la médula espinal. Gracias a esta tecnología, un equipo del Salk Institute, dirigido por Axel Nimmerjahn, reveló que los astrocitos (las células en el sistema nervioso que no conducen señales eléctricas y tradicionalmente eran consideradas como un simple soporte ), reaccionan de forma inesperada a los estímulos.
«Durante mucho tiempo, los investigadores han soñado con ser capaz de registrar los patrones de actividad celular en la médula espinal de un animal despierto – explica uno de los autores del estudio, Kohei Sekiguchi – . Ahora podemos hacerlo”.
Gracias a este nuevo microscopio, los expertos descubrieron que los astrocitos responden a los estímulos de manera diferente a las neuronas. Aunque no pueden enviar señales eléctricas al igual que las neurona,si son capaces de generar sus propias señales químicas de modo coordinada. Los resultados, publicados en Nature Communications ofrecen una visión sin precedentes nervioso de la función del sistema nervioso y podría conducir a nuevos tratamientos para el dolor producido por lesiones de la médula espinal y enfermedades neurodegenerativas como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA)
Juan Scaliter