Al noroeste de China ha aparecido el esqueleto fósil de una nueva especie que viene a complicar nuestra visión de cómo algunos dinosaurios dieron lugar a las aves. El registro existente hasta ahora apuntaba a un proceso de reducción de tamaño, alargamiento de los brazos y aparición de plumas, con diferentes velocidades y modalidades en cada uno de los aspectos. Los yacimientos de Liaoning se consideran una reserva excepcional para observar esas transformaciones.
Su última entrega es este ejemplar, excepcionalmente bien conservado, de un dromeosaurio que vivió hace unos 125 millones de años y cuyo estudio se publica hoy en la revista Scientific Reports. ¿Qué tiene de raro? Los dromeosaurios, más cercanamente emparentados con nuestras aves, eran pequeños y con brazos alargados y cubiertos de plumas que recuerdan mucho a los de sus parientes actuales. Sin embargo, Zhenyualong suni–como lo han bautizado– podía superar el metro y medio de largo y aunque presenta plumas en los brazos que también recuerdan a las de las aves modernas, estos son llamativamente cortos.
[image id=»70417″ data-caption=»El esqueleto de este ejemplar del Cretácico temprano se ha recuperado casi completo. © Junchang Lu» share=»true» expand=»true» size=»S»]Los autores, Junchang Lü y Steven Brusatte, destacan que no sabemos si sería capaz de volar y, si lo hacía, desde luego no sería con el vuelo impulsado por potentes músculos de las aves modernas. Pero entonces ¿para qué quería las alas? El paleontólogo Francisco Ortega, coautor de nuestro blog Dinoscience, que no ha participado en el estudio, explica que esto puede tener varias explicaciones. Puede que estos dinosaurios procedan de un antepasado con brazos largos, pero que Zhenyualongse especializase en una forma de vida en la que era más ventajoso tener los brazos cortos, o puede que nos esté hablando de exaptación: una estructura que ha surgido para un propósito determinadoy se aprovecha posteriormente para otros. Es decir, un brazo con plumas como las de las aves modernas pudo desarrollarse originalmente para funciones que no estuviesen relacionadas con el vuelo.A las primeras alas dinosaurianas se les han atribuido funciones relacionadas con la comunicación, con mejorar la estabilidad durante la carrera, e incluso con la caza de insectos.Estas son las funciones que probablemente desarrollaron las alas deZhenyualong
Aunque no sepamos aún cuál o cuáles de ellas respondieron a la realidad, Zhenyualong suni deja una cosa clara, según Lü y Brusatte: “hay una diversidad de dinosaurios con plumas aún mayor de lo que pensábamos”. Junto a la mayoría de dinosaurios pequeñitos que ya anunciaban lo que serían las aves, en esta zona había aparecido con anterioridad otro ejemplar, cercano a estas, Tianyuraptor, de casi dos metros y con brazos cortos, del que no se conocía si tenía o no plumas,ni como podían ser estas. La idea de que la transición hacia los dinosaurios avianos era un escenario complejo que se podía intuir analizando al Tianyuraptor, se ve ahora reforzada por el descubrimiento de Zhenyualong… y de este último si conocemos las plumas. De hecho, según los autores, ni siquiera esta tan claro que estos dos dromeosáuridos de brazos cortos sean parientes cercanos.
Puede que nos estuviésemos empezando a acostumbrar a que, por raras que parecieran, las piezas del puzle de la evolución aviana encajasen demasiado bien en una historia lineal que nos dirigía a las aves. Zhenyualongnos confirma que, una vez mas, el escenario real fue mucho más complejo
Pilar Gil Villar