El barrio de Palmitas, uno de los arrabales más deprimidos de México D. F., ha amanecido convertido en uno de los lugares más coloristas del mundo. Es el fruto de la accción desarrollada por un colectivo de artistas llamado Germen, que han transformado el barrio en un gigantesco mural de más de veinte mil metros cuadrados.
Han sido tres meses de duro trabajo ya que, primero, hubo que pintarlo todo de blanco para ir añadiendo luego las distintas capas de color. Además, el mural tiene que vivirse desde dentro, dado que hay detalles que solo podrán apreciarse paseando por sus calles. El resultado ha sido que Palmitas se ha convertido, según los autores de esta iniciativa, en el primer barrio mágico del país.
En este lugar viven unas doscientas familias distribuidas en otras tantas casas-habitación.
Redacción QUO