Entre 70 y 90 millones de años atrás, en un clima que nada tienen que ver con el actual del desierto de Gobi, un Titanosaurio de 20 metros de alto y más de 30 de largo, estampó su huella enla tierra sin saber que permanecería intacta en casi todos sus detalles.
El rastro, uno de varios descubiertos por un equipo de la Universidad de Ciencia de Okayama (Japón) y la Academiade la Ciencia de Mongolia, mide 106 centímetros de largo y 77 de ancho. El responsable de la extraordinaria conservación es el cambio del clima en la región. La huella, impresa en terreno pantanoso, fue trabajada lentamente por la arena
En un comunicado de la Universidad de Okayama, los responsables del hallazgo aseguran que “se trata de un descubrimiento muy poco frecuente debido a su estado de conservación y a que aún guarda la impresión de sus garras”.
Shinobu Ishigaki, uno de los responsables del hallazgo, asegura en una entrevista al periódico japonés Asahi que “Aún no se ha descubierto en Mongolia el esqueleto fosilizado del dinosaurio que haya podido dejar una huella como esta, pero esperamos hacerlo en breve”.
Juan Scaliter