Barack Obama ha excitado la imaginación de los más apocalípticos. Y, al resto, nos ha dejado, cuando menos un poco preocupados. ¿La causa? Que el presidente de Estados Unidos ha ordenado a todas las autoridades estatales, a las dependencias del gobierno, a los hospitales y a las empresas encargadas de servicios estratégicos, que estén preparadas en un plazo máximo de 120 días para enfrentarse a las consecuencias de una tormenta solar de grandes proporciones.
Si algo así sucediese, la red eléctrica podría colapsar, afectando a los servicios de salud, al tráfico, a las comunicaciones y a la red de abastecimiento de agua. Por es emotivo, Obama quiere que todos los organismos tengan preparados planes de contingencia para el mes de febrero.
¿Quiere esto decir que el planeta va a tener que enfrentarse a las consecuencias de semejante fenómeno? La Casa Blanca asegura que la tormenta solar a la que se refieren es hipotética, y que lo que buscan es crear un plan de contingencia para un riesgo que si es real, y sobre el que los científicos no dejan de lanzar advertencias.
No hay que olvidar que en 1968, una tormenta solar desactivo los sistemas de protección antimisiles de Estados Unidos en plena guerra fría, dejando al país temporalmente indefenso ante un posible ataque soviético que, afortunadamente, nunca se produjo. Y, más recientemente aún, en 2012, las eyecciones de masa coronal provocadas por una tormenta solar de enormes proporciones atravesaron la órbita de la tierra aunque, en este caso, no llegaron a tocar a nuestro planeta.
Pero la NASA no ha dejado de advertir de que las posibilidades de que este fenómeno pudiera afectar a nuestro planeta en las próximas décadas son del 12%. Un riesgo demasiado alto como para dejar pasar la oportunidad de elaborar planes preventivos.
Incluso en España se han tomado iniciativas similares y, por ejemplo, el Observatorio del Clima Espacial de la Asociación Española de Protección Civil para el Clima Espacial, el EMP y los Eventos Black Swan, ha publicado una guía sobre como actuar en el caso de que el planeta sea golpeado por una tormenta solar severa.
Si queréis saber más sobre este fenómeno, no dejéis de leer el magnífico especial que preparamos hace algún tiempo sobre dicho tema.
Vicente Fernández López