-Stafford: «Oh – ¿Quién lo hizo?»
-Young y Cernan: «¿Quién hizo qué?»
-Cernan: «¿De dónde viene eso?»
-Stafford: «Tráeme rápido una servilleta. Hay un zurullo flotando en el aire»
-Young: » Yo no he sido, no es uno de los míos»
-Cernan: «Tampoco creo que sea uno de los míos»
-Stafford: «Y el mío es un poco más pegajoso. Llévatelo de aquí»
-Young: «Dios Todopoderoso»
El anterior diálogo parece extraído de alguna parodia pero, aunque suene extraño, es un fragmento de una de las auténticas conversaciones que mantuvieron los tripulantes de la misión Apolo X, mientras uno de ellos flotaba fuera de la cápsula en gravedad cero.
Por supuesto, los astronautas estaban bromeando, pero el diálogo pone en perspectiva uno de los grandes desafíos de las misiones espaciales. ¿Cómo hacer caca en el espacio?
Las naves, los transbordadores y la Estación Espacial Internacional suelen estar equipadas con baños portátiles, pero las múltiples circunstancias inesperadas que pueden surgir durante una misión espacial, podrían impedir que los astronautas vayan al cuarto de baño.
La solución de emergencia es hacerse las necesidades dentro del propio traje espacial. Pero, ¿cómo se limpian después los restos de excrementos, de la orina (o incluso de la sangre menstrual en el caso de las mujeres? La NASA de momento no sabe como hacerlo.
Por ese motivo, la agencia espacial estadounidenses ha convocado el Reto de la Caca Espacial, que premiará con casi treinta mil euros a quien sea capaz de diseñar un dispositivo que permita a los astronautas hacer de vientre y orinar en circunstancias extremas dentro del traje espacial, y deshacerse después de todo el material fecal.
Fuente: http://www.livescience.com/57022-pooping-in-spacesuit-is-complicated.html
Vicente Fernández López