Hoy TVE estrena la película de producción propia 22 ángeles. Y no podía ser en un momento de mayor actualidad. La vacuna de la viruela no llegó a América en tubos de ensayo, sino en el cuerpo de 22 niños que en 1803 se embarcaron desde el puerto de A Coruña junto al doctor Francisco Javier Balmis, Isabel Cendal o Zendal y el cirujano José Salvany. 22 ángeles cuenta el viaje de estos niños que llevaron al continente americano, la cura de una enfermedad que en aquellos tiempos mataba a 3 de cada 10 infectados.
La actualidad del estreno está relacionada con el hallazgo de la momia de un niño en una iglesia de Vilnus, Lituania, en la que se encontró la muestra más antigua conocida del virus que causa esta enfermedad. El descubrimiento pone en entredicho la creencia de que la viruela ha infectado a los seres humanos desde hace al menos 4.000 años, una deducción basada en cicatrices halladas en momias egipcias.
La momia pertenece a un niño que vivió entre 1643 y 1665 y los expertos del Centro de Estudios de ADN Antiguo de la Universidad McMaster compararon la muestra de viruela hallada en el cuerpo con variantes de mediados del siglo XX. Los resultados, publicados en Current Biology sugieren que las diferentes mutaciones vienen de un ancestro común que vio la luz entre 1588 y 1654, un período de constante exploración y viajes por el globo que habrían contribuido a la propagación del virus.
De acuerdo con los autores del estudio, si el virus hubiera surgido tanto tiempo antes, se podría observar una mayor variedad y también aportan una novedad más. Sus estudios sugieren que las dos variedades del virus variola major y variola minor, probablemente surgieron después de la creación de la vacuna contra la viruela, a finales del siglo XVIII, como una respuesta evolutiva.
Juan Scaliter