Nuestra compañera América Valenzuela ya nos habló hace unos años de Óscar, un gato que hace siete años recibió dos prótesis de parte de las hábiles manos de Noel Fitzpatrick, un veterinario especializado en implantes que estaba experimentando con unas prótesis que él mismo había inventado. Tras gastar más de 60.000 € en complejas cirugías, Óscar recuperó su movilidad. El problema fue que, con tanta actividad gatuna, sus prótesis se rompían. Aunque la dueña del primer minino biónico las reemplazó en varias ocasiones, llegó un momento en el que se vio con un problema: la empresa que las desarrollaba había dejado de fabricarlas.
[image id=»87835″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Ahora, unos años después de aquello, un cirujano veterinario búlgaro llamado Vladislav Zlatinov ha recuperado el testigo de Fitzpatrick y ha devuelto la movilidad a Pooh (peluche en búlgaro),quien fue encontrado al lado de las vías de un tren en esta terrible situación. Están elaboradas en polímero de caucho y ensambladas en titanio. Según ha declarado el cirujano a AFP: «tras un mes con sus nuevas patas, la cirugía puede considerarse un éxito. Aún es un poco torpe, pero puede caminar, correr y saltar».
Fuente: telegraph.co.uk
Redacción QUO