Que los árboles no devoran directamente a ningún animal (salvo las plantas estrictamente carnívoras), es algo evidente. ¿Puede, por tanto, afirmarse que son vegetarianos? Pues no del todo, tal y como explicó Nicholas Money, profesor de botánica de la Universidad de Ohio, a la revista LiveScience.
Según el especialista, los árboles también consumen carne de manera indirecta gracias a la ayuda de los hongos, de los que se sirven para obtener minerales como potasio, calcio y sodio.
Los hongos se extienden por el suelo de los bosques formando un extenso manto fúngico compuesto por millones de filamentos microscópicos que se dedican a absorber el agua subterránea y a buscar fuentes de alimento. Gracias a las enzimas que producen, estos hongos son capaces de descomponer las grasas y las proteínas de los organismos muertos que hay en el suelo. Pero, cómo no pueden realizar la fotosíntesis, no logran obtener por sí solos los azúcares que necesitan para sobrevivir.
Por ese motivo, los hongos se conectan con los árboles cubriendo sus raíces. Se inicia así una relación de interés mutuo llamada micorriza, en la que ambos intercambian nutrientes. El hongo obtiene parte de los azúcares que produce el árbol a través de la fotosíntesis, y este recibe a su vez los minerales y nutrientes que necesita, muchos de los cuáles se han obtenido de la descomposición de los cadáveres de animales e insectos.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López