La NASA acaba de descubrir que nuestro planeta se encuentra rodeado por una especie de burbuja muy especial, que es fruto de la acción del ser humano. Pero, por una vez, y sin que sirva de precedentes, nuestra capacidad para alterar el entorno puede tener consecuencias positivas.
Esta burbuja es fruto de la interacción entre las frecuencias de comunicación por radio en ondas muy bajas (las llamadas VLF, de Very Low Frequency), con las partículas del espacio. Dichas frecuencias de radio son las que se suelen usar para comunicar con los submarinos y, aunque están diseñadas para transmitirse bajo el agua, ahora se ha descubierto que también llegan al espacio formando esa especie de escudo.
Y hemos dicho escudo porque resulta que la singular burbuja tiene el efecto de proteger nuestro planeta de las radiaciones producidas por el llamado cinturón van Hallen. En definitiva, que las transmisiones VLF están teniendo el efecto de reducir el exceso de radiación en el entorno inmediato de nuestro planeta.
Fuente: IFL Science.
Vicente Fernández López