¿Son los actuales británicos portadores de la huella genética de los constructores del complejo megalítico de Stonehenge? Pues parece ser que no, a tenor de los resultados obtenidos por un macroinvestigación coordianda por la Universidad de Harvard y el Imperial College de Londres, y en la que han participado más de cien investigadores de diferentes países.
El estudio ha servido para descubrir que los antiguos pobladores de las islas británicas (y que, por tanto, constructores del monumento megalítico) acabaron desapareciendo y fueron sustituidos por otro pueblo. Concretamente, por miembros de la llamada cultura del vaso campaniforme.
Con ese nombre se conoce a un grupo humano de la edad de bronce, que se caracterizó por su avanzada artesanía, especialmente por fabricar vasijas con forma de vaso invertido.
Los primeros restos de esta importante cultura han aparecido en la Península ibérica, en el territorio de la actual Portugal, de donde se expandió a gran parte del continente europeo. Los análisis genéticos revelan que las distinta soleadas que ocuparon las islas británicas procedían de la actual Holanda.
Pero, ¿cómo fue esa invasión? ¿Fue violenta o, por el contrario, se desarrolló de forma pacífica? De momento es imposible saberlo pero, dado que se trataba de una cultura de artesanos, los investigadores creen que el choque violento parece improbable.
Vicente Fernández López