Se llama SkyDrive y es el sueño de cualquier madrileño al volante en hora punta. Sus diseñadores pertenecen Cartivator, una startup financiada por Toyota. Los emprendedores de esta empresa comenzaron a desarrollar el vehículo volador hace 3 años a través de crowdfunding, hasta que la empresa japonesa se ofreció a hacer de sponsor del proyecto con 385.000 dólares y la inestimable ayuda de sus propios ingenieros.

Se prevé que su presentación será en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio en 2020, donde el vehículo volador podría ser el responsable de encender la antorcha olímpica. Por ahora, el coche ha demostrado en las pruebas poder elevarse unos segundos, pero rápidamente se estrella contra el suelo. Dispone de varias baterías, sensores y ocho hélices que intentan mantenerle en el aire, pero aún sigue en fase de desarrollo. Los ingenieros calculan que podrán disponer de un vehículo más estable en vuelo a finales del año 2018.

Además de la hazaña de fabricar un coche que vuele, la startup pretende que su diseño sea el vehículo eléctrico más pequeño del mundo, con el fin de que pueda ser utilizado en espacios urbanos y comercializarlo con éxito para el año 2025.

Fuente: nbcnews.com

Rafael Mingorance