Para muchos se acerca el momento de elegir un ardiente amor veraniego y, en elegirlo bien, puede encontrarse la diversión del verano. Según un grupo de investigadores de la Universidad de Roma La Sapienza, es mejor que evites los gamers. Para los científicos, reciben este calificativo aquellos que dedican al juego más de una hora al día.

Según las conclusiones de la investigación, los gamers tienen una cosa buena y otra mala. La buena, es que tienen menos probabilidades de eyacular precozmente. La mala, es que su libido no da para que se conviertan en fuego entre las sábanas. Según el doctor Andrea Sansone, autor principal del estudio, «los videojuegos son muy similares al ejercicio en este sentido: un uso ocasional puede tener efectos positivos, pero al cruzar el umbral hacia el abuso, se producen efectos nocivos».

Los autores explican que la correlación entre una baja libido y un abuso de los videojuegos se encuentra en el estrés que ocasiona este tipo de hobbie. Tener un mando entre las manos muchas horas aumenta el estrés y este, la prolactina en sangre. ¿Consecuencia? Una disminución notable del deseo sexual.

Fuente: femalefirst.co.uk

Rafael Mingorance