El Parkinson afecta a más de 10 millones de personas en todo el mundo y está caracterizado por que los pacientes presentan temblores, rigidez y dificultad para moverse. Unos síntomas causados en gran medida por la pérdida de neuronas en una zona del cerebro conocida como “sustancia negra”, en la que existen células nerviosas responsables de producir la dopamina. Sin ella, el cerebro no puede filtrar de forma eficaz los mensajes que manda al resto del cuerpo, lo que provoca los movimientos constantes característicos del enfermo.
Un estudio liderado por la Universidad de Columbia (CUMC) junto con investigadores del Instituto La Jolla para la Alergia y la Inmunología de California ha conseguido acercarse más aún a la causa del Parkinson y parece residir en un sistema inmune confundido, una teoría que ya se planteó hace 100 años. Tomando una muestra amplia de 67 pacientes, observaron que en la “sustancia negra” se estaba acumulando cantidades grandes de una proteína llama alfa-sinucleína, la cual era atacada por células T (que forman parte del sistema inmunológico del cuerpo), acabando con ella como si fueran una bacteria o un virus. El problema es que en este proceso de destrucción de la proteína también se mataban a las células cerebrales donde esta se acumulaba.
Pero aún queda mucho por estudiar ya que el equipo quiere confirmar si lo que han descubierto es un detonante de la enfermedad o si ya sucede una vez presentados los síntomas. Según uno de los investigadores del Instituto La Jolla, Alessandro Sette, “todavía queda por ver si la respuesta inmunitaria a la proteína alfa-sinucleína es una causa inicial de Parkinson o si contribuye a la muerte neuronal, empeorando así los síntomas después de la aparición de la enfermedad”.
Una teoría que está tomando fuerza es que las células T identifican antes a la proteína en la periferia, en la zona de los intestinos, lo que provoca que la ataquen más tarde en la “sustancia negra”. Por ello, su enfoque ahora “sería plantear un proceso de inmunoterapia para aumentar la tolerancia del sistema inmunológico a la alfa-sinucleína. Esto podría ayudar a mejorar o prevenir los síntomas de empeoramiento en los pacientes con enfermedad de Parkinson”, apunta Sette.
Fuente: BBC (estudio publicado en Nature)
Alberto Pascual García