Las consecuencias todavía no han sido evaluadas, pero el impacto puede ser enorme. En todo el continente americano hay cerca de 800.000 osos negros (Ursus americanus) . En muchas regiones ya se los ha quitado de la lista de especies protegidas, mientras que en otras su número se ha duplicado en 15 años. ¿Cuál es el problema entonces?
Una nueva investigación, publicada en Journal of Wildlife Management, revela que los cebos utilizados por los cazadores en el estado de Wisconsin se han convertido en una parte sustancial de su dieta, de hecho más del 40% de ella. Se trata de cebos ricos en calorías, a menudo alimentos de alto contenido de azúcar, como galletas, donuts y caramelos, que pueden estar aumentando la densidad de población de oso en la región y alterando de modo drástico sus costumbres.
En Estados Unidos treinta estados permiten cazar osos negros, 12 de los cuales consienten que se recurra a cebos antes de la apertura de la temporada de caza. Sin embargo, los resultados indican que los objetivos y las consecuencias de estas políticas deben ser reevaluadas.
«No es sorprendente que los osos estén comiendo cebo – explica Rebecca Kirby, autora principal del estudio en un comunicado –, lo que sí es notable es la cantidad. Estos osos no solo consumen cebo justo antes de ser cazados, sino también a lo largo de sus vidas, lo que los convierte en una de las poblaciones de osos más “ayudadas” por los humanos”.
Juan Scaliter