Hace aproximadamente 1.300 años se extinguieron los últimos linces que vivían en las islas británicas. Pero, ahora, una iniciativa pretende reintroducir a estos felinos en el territorio de Gran Bretaña.
La falta de depredadores ha provocado que exista una sobrepoblación de ciervos en los bosques británicos, y se cree que el lince puede ayudar a reducirla. En un principio, se pensó reintroducir la variedad conocida como lince euroasiático, pero los granjeros locales protestaron porque temen que pueda ser dañina para sus rebaños. Por ese motivo, ahora se está valorando reintroducir al lince ibérico, que es de menor tamaño.
Los linces ya han sido reintroducidos con éxito en Alemania y Suiza. El plan británico espera que la especie se adapte de nuevo a los parajes británicos en un plazo de cinco años tras la suelta de los primeros ejemplares.
Vicente Fernández López