Un grupo de científicos, liderados por Neil Jordan, ha analizado el comportamiento de los perros salvajes africanos o licaones (Lycaon pictus). Estos animales exhiben ceremonias de saludo altamente energéticas y producen sonidos, similares a estornudos, que hasta ahora se pensaba que solo eran intentos de despejar las vías respiratorias. Pero detrás había algo más. Los resultados del estudio, publicado en Proceedings de la Royal Society B, señalan que los miembros de esta especie en peligro de extinción estornudan para votar en qué momento el grupo comenzará a cazar.
«Quería entender mejor este comportamiento colectivo – explica Jordan en un comunicado –, y noté que los perros estornudan al prepararse para ir de caza. Grabamos 68 reuniones de 5 grupos de perros salvajes que viven en el delta del Okavango, en Botswana, y no pudimos creerlo cuando nuestros análisis confirmaron nuestras sospechas. Cuanto más estornudos se producían, más probable era que el grupo se moviera y comenzara a cazar. El estornudo actúa como un tipo de sistema de votación”.
A estos datos se les sumaron otros igual de sorprendentes “Descubrimos también que cuando el macho y la hembra dominantes estaban involucrados en el grupo – explica la coautorReena Walker, los miembros del mismosolo tenían que estornudar unas cuantas veces antes de tomar la decisión. Sin embargo, si la pareja dominante no estaba, se necesitaban más estornudos, aproximadamente 10, antes de que el grupo se moviera. Los estornudos actúan como un tipo de cuórum y tienen que alcanzar cierto número antes de que el grupo cambie de actividad. El cuórum también es utilizado por otros carnívoros sociales como los suricatas, pero nuestro hallazgo de que el cuórum de estornudos cambia, según quién formaba parte del grupo, indica que el voto de cada licaón no era igual”.
Juan Scaliter