Los defensores de las terapias naturales y medicinas alternativas siempre argumentan que lo natural nunca puede ser malo, pero, por desgracia para ellos, la ciencia no siempre les da la razón. En esta ocasión la víctima ha sido un australiano de 67 años, quien ha estado a punto de irse al otro barrio antes de tiempo a consecuencia de una intoxicación por cianuro.
¿Cómo se vio el señor en esta situación? Según parece, estaba siguiendo un tratamiento natural con el fin de prevenir el cáncer. Tomaba una gran cantidad de extracto de semillas de albaricoque, una sustancia frecuentemente usada para este tipo de terapias que no tienen ninguna supervisión médica. Aunque en pequeñas cantidades este producto no es perjudicial, si se consume demasiado (como 18 miligramos por día, que era lo que tomaba el australiano) se puede llegar a poner severamente en riesgo la salud.
Por esa razón, el gobierno australiano prohibió a finales de 2015 la venta de semillas de albaricoque. Estas son ricas en amigdalina y laetril, dos sustancias que al llegar a nuestro estómago este transforma en cianuro. Por su parte, el cianuro no permite que las células reciban el oxígeno que necesitan, lo que es letal para ellas. Para que os hagáis una idea, el paciente australiano tenía unas 25 veces más cianuro en sangre que la cantidad recomendada. Los médicos no vieron la cara a este problema hasta que el paciente se presentó en urgencias con una insuficiencia crónica severa, la cual había sido producida a consecuencia de los niveles de cianuro.
La razón de tomarlo contra el cáncer es que desde mediados del siglo pasado circula un rumor sin base científica que asegura que el cianuro en pequeñas dosis puede curar o incluso prevenir el cáncer, ya que solo ataca a las células cancerosas. Por desgracia para los optimistas, el cianuro ingerido de esta manera no discrimina las células que mata y no sirve ni para tratar ni prevenir el cáncer.
El australiano acababa de superar un cáncer de próstata, lo que le llevó a buscar un tratamiento para prevenir el cáncer en la medicina alternativa. Una decisión que por poco le cuesta la vida.
Vía | sciencealert.com
Rafael Mingorance