La bata blanca es una prenda inconfundible para distinguir a los médicos. Pero también puede ser una vía inesperada para transmitir gérmenes, tal y como revela un nuevo estudio realizado en Gran Bretaña. Los autores del informe realizaron un experimento con un grupo de médicos y enfermeros, la mitad de ellos equipados con batas de manga larga, y el resto con prendas con la manga corta.
Los voluntarios tenían que inspeccionar y auscultar un maniquí infectado con el llamado virus del mosaico de la coliflor. La tarea la realizaron con guantes y, una vez terminada, se los quitaron y se lavaron las manos, antes de inspeccionar otro maniquí libre de gérmenes.
Y el resultado fue que los médicos y sanitarios que llevaban batas de manga larga transmitieron el virus al segundo maniquí, algo que no ocurrió con los voluntarios que usaban prendas con manga corta. El experimento confirma que las mangas largas se convierten en una fuente de transmisión de gérmenes entre el médico y el paciente.
Y no es el primer estudio que muestra unos resultados similares. Ya en 2011, un einforme publicado en Journal of Infection Control, reveló que más del 60% de la ropa del personal médico de Estados Unidos estaba contaminada con patógenos de diversos tipos. Pero, ¿qué ocurre en España? Otro estudio realizado en 2015 en los hospitales públicos madrileños detectó hasta ochenta tipos diferentes de bacterias en las batas del personal médico.
Vicente Fernández López