Suele decirse que la visión de los perros es ocho veces peor que la de los humanos. Y eso es cierto si nos referimos a la capacidad para apreciar detalles y colores. Pero en otros aspectos supera a la nuestra, tal y como explicaremos más adelante. Se solía creer también que los perros ven en blanco y negro. Pero no es cierto, distinguen los colores, aunque no todos. De hecho, un nuevo estudio realizado por la Universidad de Bari, ha descubierto que no son capaces de distinguir el color rojo.
Los investigadores sometieron a varios perros una variante de un test visual consistente en dibujar un número con puntos rojos en un fondo de puntos verdes. Las personas con dificultad para distinguir los colores son incapaces de ver el número. En su versión adaptada para los perros se sustituyó el número por la silueta de un gato. Y el resultado de la prueba confirmó que los animales padecen un tipo de daltonismo conocido como deuteranopia, que consiste en una incapacidad para apreciar ciertos colores.
Para entenderlo, hay que explicar que en la retina del ojo existen unas células sensibles a la luz llamadas conos, y que son responsables de la visión en colores. Los humanos las tenemos de tres tipos, sensibles a la luz roja, azul y verde. Pero los perros solo tienen dos. Se desconocía hasta ahora a que tipo de luz eran sensibles, y el nuevo estudio realizado en Italia descarta que lo sean a la luz roja (ya se sabía que no lo eran a la luz verde)
Pero como ya hemos dicho, hay otros aspectos en los que la visión de los perros supera a la nuestra. Y, así como nosotros tenemos más conos en la retina, ellos tienen más de otro tipo de células llamadas bastones, que les capacitan para tener una mejor visión nocturna. Según los investigadores italianos, los ancestros salvajes de los actuales perros eran criaturas de hábitos más nocturnos que diurnos. Pero la domesticación les ha forzado a adaptarse a nuestra forma de vida, sin que sus ojos hayan evolucionado aún de la forma adecuada para ello.
Además, los perros tiene un ángulo de visión periférica muy superior al de los humanos, de unos 250º frente a los 180 que tenemos nosotros.
Vicente Fernández López