Un nuevo informe sobre desechos electrónicos a nivel global, señala que todos los dispositivos tirados a la basura (desde neveras, hasta cámaras de vídeo o smartphones) en 2016, suman unas 44,7 millones de toneladas, un 8% más que en 2014.
Esta cifra, según los responsables del Global E-waste Monitor 2017 (creado por la Universidad de las Naciones Unidas), equivale a casi nueve Pirámides de Giza, 4.500 Torres Eiffel o 1,23 millones de camiones de 18 ruedas, suficientes vehículos como para formar cubrir toda la línea de costas de España más de 3 veces.Más aún, los expertos prevén un aumento adicional del 17%, hasta 52,2 millones de toneladas de desechos electrónicos para 2021, el crecimiento más rápido de residuos domésticos del mundo.
El trabajo ha documentado que solo el 20% de los desechos electrónicos de 2016 se reciclaron, a pesar de los ricos depósitos de oro, plata, cobre, platino, paladio y otros materiales recuperables de alto valor. Tan alto es el precio que se puede obtener por estos materiales que una estimación conservadora del estudio, habla de un total de 45 mil millones de euros, al menos 30 veces el Producto Interno Bruto de España.
El estudio también señala que solo el 4% de los desechos electrónicos de 2016 han llevados a sitios donde es posible reciclarlos y un 76% terminaron incinerados o en vertederos.
Los mayores generadores de desechos electrónicos per cápita, con 17,3 kilogramos por habitante, fueron Australia y Nueva Zelanda. Europa (incluida Rusia) es el segundo mayor generador de desechos electrónicos por habitante, con un promedio de 16,6 kg por habitante. Sin embargo, Europa tiene la tasa de reciclado más alta: 35%.
África, por su parte, genera 1,9 kg por habitante, con poca información disponible sobre su tasa de reciclado. El trabajo destaca que actualmente el 66% de las personas del mundo, que viven en 67 países, tienen leyes de gestión de desechos electrónicos, pero solo 41 países llevan el recuento de lo que reciclan de modo oficial.
Juan Scaliter