La necesidad de un flick en tu vida quizá no es algo que estuvieras esperando, pero es una unidad de tiempo que ayudará y mucho dentro del terreno de la creación de efectos visuales mucho más reales y sincronizados. Es decir, con esta nueva medida, los desarrolladores de este tipo de tecnología verán mejorado su trabajo, dando más credibilidad a los gráficos que la persona está viendo en un videojuego, en una película o en una simulación virtual. Gracias a esta nueva unidad temporal, creada por Christopher Horvath de Oculus VR, se podrán identificar con números enteros la duración entre fotogramas en determinadas frecuencias.
La fracción más pequeña que se maneja es el nanosegundo, que supone una mil millonésima de segundo (demasiado pequeño para un programador). Tras él y hasta llegar al microsegundo estará ahora el “flick” (fotograma+tick) y supondrá exactamente 1/ 705600000 de segundo o, de otra forma, a 1.42 nanosegundos (algo más manejable). Esta partición permitirá evitar las desincronizaciones leves que pueden surgir en el desarrollo de visuales de alta calidad para cine, tv o videojuegos. Por lo tanto, se trata de un anuncio que beneficiará en primera instancia a los programadores, ya que les permitirá trabajar con lenguaje C++ aplicado a imágenes que se mueven rápido, pero que también veremos recompensado los usuarios en un futuro al mejorar la calidad de sus trabajos.
Se creará código nuevo sin tener en cuenta decimales y ayudará a programar mejor, sin tener que estar redondeando las cifras y sufrir pequeños errores de calidad de movimiento en los gráficos.Desde ahora, las subdivisiones de un fotograma de vídeo en segmentos más pequeños encajarán mejor con las tasas de fotogramas más habituales (24,30, 48, 60 y 120 por segundo).
Así que, si eres un hombre común, no te agobies con aprenderte esta nueva unidad de medición el tiempo, y simplemente, disfrútala en la futura Realidad Virtual.
Alberto Pascual García