La batalla de Leningrado, la actual San Petersburgo, fue una de las más duras de la II Guerra Mundial. Desde septiembre de 1941 a enero de 1944, la ciudad rusa sufrió el asedio del ejército nazi. Se calcula que más de un millón de habitantes de la misma fallecieron durante los casi dos y medio de asedio, a causa del hambre y las privaciones, sin contar a los caídos en combate. Entre los supervivientes se encontraban los padres del actual presidente ruso, Vladimir Putin, quien siempre se ha mostrado orgulloso del coraje que mostraron para superar aquel aquel trágico momento de la historia.
Y, ahora, se acaba de estrenar en Rusia un documental titulado Sangre bloqueada. Genética, en el que se afirma que la gran fortaleza física y el extraordinario carácter de Putin es fruto de una mutación genética que comparten muchos descendientes de los supervivientes de aquella batalla, y que recibe el nombre de ADN de Leningrado.
Aunque así de entrada, semejante afirmación resulte sorprendente, lo cierto es que se basa en un estudio científico que, en 2015, realizó Oleg Glotov, del Instituto de Obstetricia, Ginecología y Reproducción de Ott. La investigación reveló que muchas de las personas que lograron sobrevivir al terrible asedio, portaban un extraña mutación genética que aumentaba la eficacia de las mitocondrias, reduciendo el gasto energético del organismo, y haciéndolo más resistente al hambre y el frío. Y también vieron que muchos de sus descendientes también la heredaron.
No sabemos con certeza si a Putin se le han realizado los análisis genéticos pertinente para comprobar si realmente él también ha heredado dicha mutación. Aún así, el documental lo da por hecho. Y nosotros, viendo su trayectoria, creemos que hay muchas posibilidades de que así sea.
Vicente Fernández López