Un equipo de la Fudan University, en Shanghai, China, ha conseguido un logro histórico al conseguir devolver la visión a un grupo de ratones ciegos. Para realizarlo fabricaron unos fotorreceptores artificiales hechos de dióxido de titanio y cubiertos de oro, que fueron implantados en el ojo en lugar de los naturales.
Estos fotorreceptores fueron colocados en la parte trasera de la retina de los cobayas, sustituyendo a las células llamadas conos. Y, cuando recibían la luz, generaban una pequeña corriente que estimulaba la corteza visual del cerebro, permitiendo así que el ratón pudiera ver.
No es la primera vez que se prueban distintos implantes para restaurar la visión, pero este es el único hasta ahora que no necesita de ningún gadget externo para funcionar. Los ratones aún no son capaces de ver en todo el espectro de color, pero los investigadores creen que es posible lograrlo fabricando fotorreceptores específicos para cada color.
Vicente Fernández López