Crear la llamada piedra filosofal era el sueño de los alquimistas, ya que se le atribuía el poder de transformar cualquier material en oro, y de otorgar a su poseedor el don de la inmortalidad. A lo largo de la historia han aparecido muchas recetas para fabricar este legendario material, y una de ellas acaba de subastarse en Londres por el precio de 275.000 euros.
Pero lo que hace a esta receta tan especial es que su autor fue nada más y nada menos que Isaac Newton, el padre de la ley de la gravedad. En realidad se trata de la traducción que hizo el propio Newton de un documento de un alquimista alemán conocido como Eirenaeus Philalethes, seudónimo tras el que se escondía el químico alemán George Starkey. Aunque Newton añadió al documento original datos de sus propias investigaciones
Newton fue uno d e os científicos más célebres e influyentes de la historia, pero entre sus intereses también se encontraba la alquimia. De hecho, hay documentos que revelan que los experimentos nocturnos que realizaba en su casa tenían que ver con esta materia.Hoy en día todo lo relacionado con dicho campo se considera una superchería, pero en la época del científico no era así. Además, en ocasiones, los estudios sobre química y alquimia se mezclaban de forma desconcertante para nuestra mentalidad.
Fuente: Atlas Obscura.
Vicente Fernández López