En el año 2002, en el yacimiento etíope de Dikika, fueron descubiertos los restos de una niña de dos años y medio a la que bautizaron Selam. Era una Australopithecus afarensis, la misma especie a la que perteneció la famosa Lucy. Eso motivó que algunos apodaran a Selam como «la hija de Lucy».
El hallazgo fue importante por muchas razones, entre ellas que el esqueleto conservaba todos los huesos de uno de los pies. Se trata del único completo encontrado hasta ahora. Siempre se había pensado que los Australopithecus afarensis ya podían caminar bípedos. Y el examen de los restos de Selam ha confirmado dicha hipótesis.
Según el estudio realizado, el pie de la pequeña ya era lo suficientemente parecido al de los humanos modernos, como para permitirles caminar en postura erguida. Pero también conserva algunas características (entre ellas la base del dedo gordo) que se asemejan a los de los simios.
Eso significa que también conservaban la capacidad de trepar a los árboles con agilidad simiesca. Algo que les debió de ser de mucha utilidad ante la amenaza de los depredadores.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López