Era de esperar que el grupo atrapado en la cueva tailandesa de Tham Luang habría perdido peso en los más de 15 días que han estado sobreviviendoen su interior,a unos 4 kilómetros de la salida, pero finalmente no ha sido tanto como se pensada. El doctor Thongchai, que ejerce también como inspector general del ministerio de Salud Pública de Chiang Rai, apunta que han perdido una media de 2 kilos, pero que su salud apenas se ha resentido: “En general se encuentran en buenas condiciones y no están estresados”. Aquí podéis ver algunas primeras imágenes.
A pesar de que algunos de los menores sufren cuadros leves de neumonía, ninguno de ellos registra problemas graves de salud. El último grupo de 5 de los salvados, entre los que se encontraba el entrenador del equipo (único adulto de 26 años), llegó ayer martes al hospital y todos presentaban un cuadro leve de hipotermia por las duras condiciones vividas y las bajas temperaturas a las que han tenido que enfrentarse en las zonas inundadas que se habían visto obligados a superar buceando, pero tal y como apuntaron desde el hospital “al igual que sus compañeros, ninguno padece de enfermedades infecciosas”. Todo un milagro.
A pesar de ello, los contactos con personas del exterior, como familiares, ha comenzado a realizarse de forma controlada hoy con los primeros 8 menores que llevan ya varios días en observación. A una distancia de 2 metros, con gantes y ropa especial, se espera que puedan tener su primer encuentro tras casi 21 días sin saber de ellos.El resto deberá esperar para no sufrir ningún contagio inoportuno. La pérdida de peso y las bajas defensas podrían ser un punto clave para que las bacterias contaminasen el sistema inmunológico de los jóvenes, así que toda precaución está medida al milímetro.
¿Qué han comido en sus primeras horas?
Después de tantos días sin poder comer de una forma correcta y regular, los niños estaban hambrientos, pero por el momento deberán ir cogiendo fuerzas con una dieta blanda a base de pollo y arroz. Y cuando pasen unos días, ir cambiando a un menú más variado. Una forma de que su cuerpo se adapte al exterior y poco a poco, vayan recuperando los 2 kilos que han perdido.
Alberto Pascual García