Prácticamente todas las personas que tienen perro están convencidas de que sus mascotas se mimetizan tan bien con ellos, que son conscientes de cual es su estado de ánimo en cada momento, y de cuando lo están pasando mal. Ahora, un nuevo estudio realizado por un equipo de la Johns Hopkins University, en Baltimore, aporta evidencias de que eso es realmente así. Y confirma además que los animales son capaces de superar casi cualquier barrera con tal de poder consolar a sus amos.
Los investigadores realizaron un experimento en el que participaron 34 voluntarios con sus perros. Dueño y animal fueron colocados en estancias distintas, separados por puertas inmantadas, pero que podían abrirse con un determinado truco. Solo había que ir probando hasta descubrirlo.
Luego, les pidieron a los dueños que actuaran cantando una canción o llorando y gritando. Y el resultado fue que, cuando los perros percibieron que sus amos lloraban y gritaban, se lanzaron contra la puerta tratando de abrirla. Muchos de ellos lo consiguieron y pudieron reunirse con sus amos, mostrando con ellos expresiones y actitudes de afecto.
Los investigadores midieron también los niveles de estrés de los animales, y comprobaron que eran menores en aquellos que habían conseguido abrir la puerta, mientras que en el resto eran notablemente más altos. Lo que no quedó claro fue si ese estrés tan elevado se había producido por no haber sido capaces de reunirse con sus amos, o si había sido al revés, que el estrés había bloqueado a los perros, impidiéndoles descubrir el truco que permitía abrir la puerta.
Fuente: Telegraph.
Vicente Fernández López