Europa es una de las cuatro lunas de Júpiter descubiertas por Galileo Galilei, un cuerpo cubierto de hielo en cuyo subsuelo se intuye un gran lago. Esa gran masa de agua podría estar mucho más próxima a la superficie de lo que se creía hasta ahora, según propone un estudio encabezado por Britney Schmidt, de la Universidad de Texas en Austin (EEUU), publicado en la revista Nature.
A partir de observaciones de la sonda Galileo, los investigadores han tratado de explicar la presencia de zonas de “terreno caótico”, en las que se amontonan sin orden inmensos bloques helados. Según los autores, podrían ser consecuencia de sucesivas subidas y bajadas en el nivel del líquido situado bajo ellas. La corteza helada se rompería con la presión y volvería a congelarse otra vez. En ese caso, el agua estaría más cerca de la energía que llega del Sol y las convulsiones del hielo le suministrarían nutrientes. Esa combinación de agua líquida, alimento químico y calor supondría un escenario favorable para la presencia de vida.
Pilar Gil Villar