Confiésalo. Además de para comer, para lo único que has usado la cuchara sopera es para ponértela en la nariz, simular que es un avión, de espejo o para rascarte. Pero, reconócelo: eso podría hacerlo cualquiera. Lo que no está al alcance de muchos seres humanos es el talento que derrocha Abby, -apodada como la dama de las cucharas– con esta herramienta y un poco de ritmo.
Para los que no hayáis oído hablar de ella, Abby, de 36 años, comenzó en el mundo de la música para ganarse la vida. Esto, que parece una contrariedad, tiene una explicación sencilla. Su estilo era el busking, también llamado acto callejero en español. Estas representaciones abarcan a espontáneos acróbatas, mimos, tragafuegos, hombres estatua, bailarines, caricaturistas, cómicos o músicos como Abby.
[image id=»92247″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Abby empezó a hacer dinero con sus shows callejeros, lo que la llevó a aprovechar y viajar a lo largo y ancho de los Estados Unidos, principalmente, saltando en los trenes de mercancías. Ella aprendió de forma autodidacta a tocar las cucharas y se valió de su pericia de subirse a los trenes y del autostop para conocer a fondo su país. También pasó una gran parte de su tiempo de viaje grabando entrevistas, canciones e historias de otros viajeros. Reside en Asheville (Carolina del Norte), aunque más de una vez ha contado que fue por accidente, ya que tomó el tren equivocado. Actualmente, realiza debates y eventos donde se discute el estilo de vida de los nómadas estadounidenses. Se define como una defensora de las performance callejeras y la libertad de expresión.
Ha hecho sus pinitos incluso en el cine, ya que participó tocando sus cucharas en la película de terror Jug Face. En 2015, participó también en un documental sobre el busking en Ashville, fue reclutada por America’s Got Talent y, recientemente, ha improvisado con el busker Chris Rodrigues como podéis ver en este vídeo:
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=_nLmM9kcBKs[/youtube]
Abby, que aquí en España posiblemente sería solo valorada como «perroflauta» (desgraciadamente), dirige un programa radiofónico llamado Busker Broadcast en la emisora WSFM-LP de Asheville, donde habla sobre actos callejeros y las leyes que regulan el espacio público.
Abby explicó hace unos años al Citizen Times que no había sido nada fácil llegar hasta aquí. «Yo era uno de esas niñas sucias que deambulan con un perro y un hatillo por la calle. Necesitaba una forma de financiarme para a moverme a través del país, y allí estaban las cucharas». El hambre fue lo que le obligó a agudizar el ingenio y tratar de obtener dinero para vivir con las herramientas de las que disponía.
Según explica, «al principio nadie me tomaba en serio, la mayor parte de dinero que me daban era por compasión, creo. Pero, tras un tiempo, empecé a escuchar Oh eso está bien y ¿cómo has hecho eso? Después, el autobús circular de Nashville empezó a referirse a mi como la Dama de la cuchara, así que.. esa es quién soy hoy. Menos de cinco personas en el mundo pueden hacer lo que yo hago«.
No creáis que sus cucharas son unas cucharas cualquiera. «Son antiguas, de acero cien por cien. Son domésticas, pero el propietario abandonó el negocio y, aunque he estado buscando una empresa americana que haga algo similar, no la he encontrado. Tendría que realizarlas por encargo, y eso sale demasiado caro para mi».
[image id=»92248″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Llama la atención la trayectoria de Abby. Su hermano es Zack Roach, el guitarrista de una banda emo bastante conocida llamada Senses Fail y su hermana es pianista y toca el arpa. Como podéis comprobar, los tres se encuentran en polos radicalmente opuestos de la música.
Al igual que cualquier otro profesional, Abby tiene sus trucos para manejar las cucharas como instrumento. «Engraso mi mano izquierda para hacer que se deslice más rápido. Además, si no usase un producto especial, mis manos sangrarían a consecuencia del roce con la cuchara. Un amigo mío me hace una poción especial que lleva aceite de coco y cera de abejas». Una poción que ha comercializado y que vende a través de su página web.
Si alguna vez la has visto tocar, habrás observado la rapidez con la que mueve las cucharas, deslizando su dedos a través de ellas como por arte de magia. No importa las veces que lo intentes en casa, tus ojos no pueden seguir los sonidos que oyes y, mucho menos, tratar de reproducirlo.
Por otro lado, sorprende la evolución y asociación de los especialistas de las perfomance callejeras. Desde que llegó Facebook, Youtube y otras plataformas online, una gran mayoría de ellos, al menos en Estados Unidos, aloja su show aquí, lo que permite que muchos más usuarios conozcan sus habilidades.
Vía | Reddit
Fotos: spoonladymusic.com
Redacción QUO