Los expertos en robótica de la Universidad de Harvard ya había desarrollado pequeños robots capaces de sumergirse y “nadar” bajo el agua, ahora, en un trabajo publicado en la revista Science, han demostrado que sus microrobots, RoboBee, también son capaces de posarse, como los murciélagos, en distintas superficies.
“Muchos de los usos de microrobots – explica Moritz Graule, líder del estudio en un comunicado – les obligan a permanecer en el aire durante períodos prolongados. Desafortunadamente eso hace que se se queden sin energía rápidamente. Nuestro objetivo era mantenerlos activos más tiempo, pero sin un uso adicional de energía”.

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Para resolver esto, los expertos recurrieron a la adhesión electrostática, básicamente lo que ocurre cuando frotas un globo contra tu pelo y se “pega” a la pared. El equipo de Graule colocó un pequeño parche electroestático en el RoboBee que le permite adherirse a determinadas superficies. El parche pesa unos 13,4 mg y todo el dispositivo aproximadamente 100 mg, similar al peso de una abeja. Esta solución requiere unas 1000 veces menos energía que la necesaria para que el Robobee permanezca en vuelo. Algo que los hace mucho más efectivos en misiones de rescate.

Juan Scaliter