Recogen las salidas de los equipos de aire acondicionado y sistemas de calefacción de los edificios. Se insalaron a principios del siglo XX con dos finalidades: una, la de reducir las emisiones contaminantes al aire, y otra, la de calentar las tuberías durante el invierno.
Enviada por Miquel Bernadi, correo electrónico
Redacción QUO