El proyecto Avatar está buscando el modo de hacer una “copia de seguridad” de nuestra mente dentro de un disco duro, y que se instale en un robot. Así, nuestro cerebro sería inmortal.
La idea la presentó el magnate mediático ruso Dmitry Itskov en la conferencia Global Future 2045, a la que asisten directivos de innovación de los gigantes de la tecnología, expertos en futuro y filósofos, sobre todo. El plan que ves arriba tiene dos conceptos clave: trasplante y transferencia. Al morir alguien, se trasplanta su cerebro a un cuerpo, y más tarde se le transfiere la mente.
Redacción QUO