No, más bien es una creencia popular. La supervivencia de los niños prematuros de hoy era inimaginable hace 50 años. Ahora, la tecnología permite en muchos casos su viabilidad con apenas seis meses de embarazo.
Pero antes, sobrevivir a un parto prematuro era algo reservado a organismos especialmente dotados; es decir, a falta de recursos sanitarios adecuados, por selección natural solo salían adelante los que poseían una fortaleza vital especial, quienes a larga mantenían esa cualidad de “supervivientes”, de facilidad de adaptación a la adversidad a lo largo de toda su vida. Esto les confería un halo de especial inteligencia, de vivacidad extrema, de ser “más listos que el hambre”.
Enviado por Charo Merino, correo electrónico
Redacción QUO