En danés, isla se dice Ø (pronunciado entre “o” y “e”). Por eso, el prototipo de un nuevo proyecto para aprovechar las aguas que recorren la capital del país se llama CPH-Ø1. Se trata de una isla de madera de 20 m2 destinada a servir de lugar público de recreo. Durante el próximo año le seguirán muchas otras, todas diseñadas por Magnus Maarbjerg y Marshall Blecher, del Estudio Fokstrot.
Con esos pequeños territorios se quiere compensar la reducción de espacios recreativos en el centro de Copenhague a causa de la expansión urbanística. Y también aprovechar las aguas con calidad de baño y pesca del puerto, que un titánico proyecto de limpieza consiguió liberar de la polución hace varios años.
[image id=»97347″ data-caption=»Los diseñadores han querido honrar la icónica imagen del atolón desierto con arbolito, en este caso un tilo de 6 m de alto cuando lo botaron. En caso de necesidad, las unidades pueden trasladarse por tierra de una zona de la ciudad a otra. » share=»true» expand=»true» size=»S»]Cada plataforma está elaborada con materiales sostenibles de procedencia local según técnicas tradicionales de construcción de barcas. Sus creadores destacan que “se pueden unir en las zonas más amplias del puerto para celebrar eventos y festivales, o trasladarlas para que catalicen la actividad de zonas nuevas o poco aprovechadas”.
[image id=»97346″ data-caption=»La primera plataforma va flotando al sur de la capital danesa. Ya la han usado para hacer barbacoas, observación de estrellas, pescar o darse un baño. » share=»true» expand=»true» size=»S»]Redacción QUO