Son solo tres mil metros cuadrados de extensión, lo que equivale aproximadamente a un campo de fútbol de pequeñas dimensiones. Pero, pese a su reducido tamaño, el islote de Migingo, situado en el lago Victoria, es objeto de una agria disputa entre Kenia y Uganda. Oficialmente pertenece al primero de los dos países:, peor la vecina Uganda también reclama su propiedad. ¿Y qué interés pueden tener dos naciones en ese insignificante pedazo de tierra? Pues que es la base perfecta para atrapar a la perca del Nilo, una voraz especie de pez muy codiciada por los pescadores locales. Prueba de ello es que en Migingo se ha asentado una comunidad de unos cuatrocientas personas. La mayoría de ellos son pescadores, y en la pequeña ciudad que han construido no faltan ni un cine ni un burdel.
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Vicente Fernández López