Tres hermanos aficionados al buceo son los autores de estas imágenes que nos llegan desde Nueva Zelanda. Ninguno de ellos podía imaginarse que iban a encontrarse con un calamar gigante. Pero no en el agua, sino en la arena de la playa, que es donde se encontraba el cadáver del animal.
Se trata de un ejemplar de Architeuthis dux, una especie que puede alcanzar hasta los cinco metros de longitud. Pese a ello, no son los más grandes, ya que los miembros de la variedad Mesonychoteuthis hamilton, pueden alcanzar fácilmente los diez metros de largo.
De cualquier forma, los calamares gigantes siguen siendo un misterio y un desafío para los científicos. Ya que, mientras algunos especialistas distinguen hasta ocho especies diferentes, otros proponen que todas deberían englobarse en una sola.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López