Las hormigas Camponotus schmitzi no temen a las plantas carnívoras Nepenthes bicalcarata; viven en ellas y se alimentan de su néctar. A cambio, realizan una intensa jornada laboral en la que atacan las malas hierbas, limpian las hojas en forma de bolsa para que las presas puedan resbalar en ellas, atacan con emboscadas a las que intentan escapar y luego retiran sus restos para evitar que se pudran. Finalmente, sus heces proporcionan nutrientes a sus anfitrionas.
La eficacia para la planta de todos estos servicios acaba de ser comprobada por el equipo del francés Vincent Bazile. Según publican en PLOS One, los ejemplares habitados por hormigas capturan más insectos, tienen más y mayores hojas, y están mejor nutridas. Al parecer, ambas especies han encontrado la forma ideal de sobrevivir en las selvas de Borneo.