Imaginemos el descubrimiento de un mundo sin humanos, donde el eslabón superior de la escala evolutiva estuviera ocupado por una civilización de máquinas. Eso es lo que ha hecho la diseñadora holandesa Charley Reijnders: crear un universo ficticio poblado por artilugios tecnológicos (algunos, habituales en nuestra vida cotidiana). Los cuales, siguiendo una lógica darwiniana, han evolucionado adoptando características de artrópodos para sobrevivir.

Aspirador venenoso

Un aspirador mutado en tarántula.

Polvo arácnido

Un sobrecogedor cruce entre recogedor manual de polvo y araña. Si te agarra con esas mandíbulas…

La escoba-tarántula.

No necesita dle típico palo mara moverse.

Tostadora-escarabajo

Con cuerno de rinoceronte incluído. Personalmente, me recuerda a la tetera de La bella y la bestia.

Aspirador cangrejo

!Cuidado con sus pinzas¡ Aunque sea un electrodoméstico, no olvides que está vivo en este universo paralelo, y podría arrancarte un dedo.

Escoba-polilla

Vuela. El sueño de toda ama de casa ya que actúa por si sola y planea por toda la casa recogiendo el polvo de los lugares más inaccesibles.

Miriapodo

Un cienpiés que taladra y lija. por favor… no permitas que te suba por el brazo. Te lo dejaría hecho trizas.

Aspiradora soldado

Con mandíbulas y antenas de hormiga. Presenta un aspecto aterrador. ¿Se imagina alguien una marabunta formada por estos tecno-bichos? Ni Charlton Heston habría podido con ellos.

Lijadora manual aracnida

Trepa por las paredes. Y por cualquier sitio. Así que ten cuidado, no sea que por la noche trepe por la pata de la cama y acabe taladrándote un ojo y lijándote la frente.

Ciempies recogedor

Camina hacia atrás, recogiendo la sinmundicias que encuentra en su camino. Es el más docil de toda esta extraña especie de insectos tecnológicos.

Recogedor de polvo saltarin

Con cabeja y patas traseras de saltamontes. No quiero ni figurarme lo que una plaga de estas criaturas podría hacer con el jardín de cualquier casa.