Imagina que vas paseando por un museo de arte moderno, por ejemplo el Reina Sofía de Madrid, y de repente los personajes de los cuadros empiezan a cobrar vida. Esto, que si sucediese en la vida real sería cuanto menos raro, es lo que la fotógrafa húngara Flora Borsi ha convertido en arte sirviéndose de los mejores trucos de Photoshop.
En su serie «Modelos de la vida real» imagina como serían los personajes de los cuadros abstractos si de repente se convirtieran en personas de carne y hueso. Esta creativa joven de 19 años se sacó fotos a sí misma y modificó digitalmente los autorretratos, utilizando obras de maestros del s. XX como Pablo Picasso para dar a luz a estos inquietantes modelos.
«Algunos artistas usan la imaginación pura para pintar sus obras y otros prefieren crear arte utilizando modelos reales como referencia para la anatomía ¿Qué pasaría si los modelos de esos cuadros abstractos fueran personas reales?» Se pregunta Borsi en su perfil de la red social para artistas Behance.