Son unos descerebrados. Pero sudan, caminan, algunos tienen un tacto suave y pechos descomunales y tersos. Son una nueva generación que tiene como ancestro evolutivo aquel muñeco obeso de Michelin. Hoy los llaman animatronics, o dummies, que es como se llama los llama en inglés, y viene de dumb, mudo.

En realidad, desde la protohistoria no ha existido sociedad sin ellos. Las primeras muñecas de que se tiene noticia en Europa proceden de los yacimientos romano-cristianos, cuando era costumbre enterrar a los niños junto a sus pertenencias. Hay una famosa muñeca de marfil del siglo IV que mide 23 centímetros, con brazos y piernas articuladas, que se encontró en la necrópolis de Tarragona. Pero los muñecos alcanzaron su gran protagonismo en la Edad Media, cuando la Iglesia Católica los utilizaba para hacer teatro y extender su doctrina. El nacimiento de Jesús era uno de los temas favoritos, y el nombre de marioneta procede del francés Marion, y significa pequeña María.

En los tímidos inicios del siglo XXI, los muñecos estaban lejos de aquellos actores rudimentarios que acabaron “excomulgados”. Hoy, animatronics o dummies, participan en proyectos científicos, sirven como soldados de élite, y los hay que han conseguido un papelito en Hollywood.

Gozar de su compañía

Las llaman “muñecas del amor”, y se pueden elegir a medida
Con estas muñecas he practicado el mejor sexo de mi vida”, fue el  comentario del famoso locutor radiofónico norteamericano Howard Stern que disparó las ventas de las “muñecas del amor”. La empresa RealDoll.com las vende por internet, y en su escaparate se asegura que son totalmente articulables, pueden adoptar cualquier postura y, como están hechas con la mejor y más cara silicona, ofrecen un tacto cálido y suave. En la web se ofrecen diferentes muñecas (también hay muñecos) con su ficha personalizada: contorno de cintura, color del pelo, número de orificios… Sólo es preciso tener en cuenta un detalle: antes de que una “muñeca del amor” como Mai aparezca en casa por correo certificado, hay que desembolsar  unos 20.000 euros.

Sin intención erótica a priori, la guía de Colors 1.000 extraordinarios objetos ofrece los servicios de todo un caballero: Mr. Safe T Man. No habla, ni se mueve, pero es útil para llevarlo como copiloto o para comentar el periódico. Mr. Safe T Man mide 1,80 m, pesa cinco kilos y sus manos y su rostro son de látex.

Hacer una película

Cómo lograr que un toro destripe a Rosario sin derramar sangre
Animatronic: “muñeco que interactúa”; esta es una de las posibles definiciones de estos aprendices de robot. Uno de ellos es el que en Hable con ella, película de Almodóvar, sufre en sus circuitos la embestida del toro. El torero mueve el capote con estilo –manejado a distancia–, lleva una máscara de látex hecha con un molde del rostro de Rosario y pelo de un rumiante, el yak, que es tan negro como el de la actriz y se compra al peso en Inglaterra. El torero mecánico es una de las últimas criaturas de Dream Factory, empresa instalada en España y dedicada desde hace más de 20 años a la producción de animatronics, dummies, maniquíes o lo que se tercie.

Engañar al enemigo

Soldados de mentira para ganar una guerra
De momento, nadie ha conseguido que se alisten como voluntarios; pero en más de una ocasión han engrosado las filas de un ejército. La batalla de Gallipoli, durante la primera Guerra Mundial, fue famosa (además de por la masacre sufrida por los aliados) por la verdadera competición entre los ejércitos australiano y turco para burlarse del enemigo. Uno de los engaños más famosos fue el que urdieron los australianos durante la evacuación de Anzac y Suvla, considerado históricamente una obra maestra de la estrategia militar. La situación era precaria: los australianos tenían orden de evacuar las trincheras tres semanas más tarde de lo que lo hicieron, ante los ojos de un enemigo atento. Así, con sacos, uniformes y cascos generaron una obediente tropa que aguantó las tres semanas necesarias en las trincheras. Los turcos se lo tragaron.
No fue tan sonado como Gallipoli, pero es más que una coincidencia que el ejército de Anzac, esta vez enfrentado a los turcos, construyera gigantescos caballos en el Valle del Jordán para hacerles creer que se extendía ante ellos un gran ejército.
Una guerra mundial más tarde, se hicieron famosos los paracaidistas de trapo que los americanos lanzaron sobre Normandía, al anochecer y provistos de un dispositivo que les hacía estallar.

Salvar a tu familia

Qué ocurre cuando un dummy se estampa contra un muro a 100 km/h
El primer dummy  de la historia se llamó Sierra Sam, y fue fabricado en 1949, previo pedido de las fuerzas aéreas norteamericanas, para probar un asiento de eyección que lanzaría por los aires al piloto en caso de accidente. Desde entonces, las principales marcas de vehículos utilizan muñecos para comprobar las medidas de seguridad. Pero estos dummies están bastante más evolucionados que Sam: imitan al hombre en estatura, peso, incluso reproducen un sistema óseo similar al nuestro, para que se mueva tal y como lo haríamos en un accidente. El uso de dummies en las llamadas “pruebas de choque” es generalizado: se realizan unas 400 al año en las grandes compañías.
Y es que sólo ellos, muñecos al fin y al cabo, tienen suficientes agallas para estamparse contra un muro a 100 km/h y no pisar el freno.

Estudiar a los leones

Esta es la curiosa investigación llevada a cabo con los leones del Tsavo y una “fiera” con melena
Los leones macho del Parque Nacional del Tsavo, en Kenia, son famosos por un curioso rasgo estético: no tienen melena, y nadie sabe si alguna vez la tuvieron y la han perdido, o si no la lucieron jamás. Los investigadores Peyton West y Craig Packer barajaban la hipótesis de que la melena es un rasgo de ferocidad entre los leones, y decidieron fabricar muñecos con pelucas de quita y pon, plantarlos ante machos del Tsavo y estudiar sus reacciones. 
Para empezar, colocaron un león con melena larga y otro con peluca más corta. ¿Cómo reaccionarían sus congéneres salvajes? Pues, tal y como había ocurrido en otros experimentos en Tanzania, los leones se acercaron en primer lugar al maniquí de melena más corta, como si esto significara que su vigor estaba mermado. En un segundo experimento, pusieron un león de melena oscura y otro con melena clara, y la víctima siempre fue el león rubio, como si ese color fuera señal de debilidad. En todos los casos, los muñecos escaparon de una “muerte” segura gracias a la rápida actuación de los investigadores.

Engañar al mundo

Los extraterrestres de Roswell sufrieron autopsias en directo
La historia de un platillo volante que se estampó contra la Tierra en Roswell, en el desierto de Nuevo México, en 1947 aún sigue vigente en páginas web de amantes de lo paranormal, y eso a pesar de que los EEUU confirmaron que los restos encontrados pertenecían a un globo de un programa secreto para la detección de la onda expansiva generada por explosiones nucleares soviéticas. Pero aquello no acabó con el aterrizaje. En el año 1995, en el auditorio del Museo de Londres, se exhibió una película en la que se veía cómo supuestos médicos practicaban una necropsia a un alienígena encontrado en Roswell. Después se demostró que todo era un montaje, y los alienígenas, sufridores muñecos.

Vender un coche

En el anuncio de Renault, un rinoceronte se enamora de una Kangoo
El guión del anuncio era apasionado: la flamante furgoneta, una Renault Kangoo, ruge por la sabana africana, y un rinoceronte sucumbe a sus muchos encantos. La persigue y acaba copulando con ella en una escena de alto contenido erótico. Lo cierto es que aquel exitoso anuncio, de la agencia alemana Publicis Frankfurt, ocultaba varias mentiras. La primera es que la sabana africana se extendía en realidad por los alrededores de Almería, donde se rodó el spot, y acerca del rinoceronte, no era más que un gigantesco muñeco de látex fabricado en una nave de Madrid por la empresa Dream Factory. “Fabricamos aquel rinoceronte en 21 días“, explica Colin Arthur, el padre de la “criatura”, “sobre una estructura de acero inoxidable”.
Para conseguir que el muñeco se moviera, dos personas del equipo de rodaje tenían que introducirse en su interior por una estratégica oquedad situada en sus posaderas, y para mover aquella masa de 70 kilos, la productora, la agencia española Pictures That Movie, consiguió una grúa que, mediante un cable que lo elevaba, soportara parte de los 70 kilos de peso de la “bestia”. Así podían evitar que se desplomara sobre los dos operarios, quienes sufrían en su interior el calor de Almería y la falta de aire. No podían soportar más de 40 minutos en el interior del animal. El rodaje duró dos días, y el anuncio, que no se emitió en España, alrededor de 30 segundos. Hoy, el gran rinoceronte enamorado de la Kangoo aún se mantiene en pie, aunque algo desmejorado por las inclemencias del tiempo, a la entrada de la nave de Dream Factory.

Cazar a los furtivos

El muñeco avisa a los guardas de la presencia de cazadores furtivos
Los guardas forestales de Ontario (Canadá) cuentan con un robot ciervo desmontable, cubierto de pelo y capaz de mover la cabeza y la cola, lo que le hace parecer real; sobre todo por la noche, cuando los cazadores furtivos acechan. Estos suelen deslumbrar al animal con los faros del coche, para desconcertarle y disparar, y es entonces cuando el robot envía una señal de radio que permite a los guardas localizar la zona y atrapar al cazador.

Investigar sin riesgos

Una cabeza que se “tuesta” al sol y un dummy azul que “suda”
Este bello busto es el que emplea una empresa de fabricación de lámparas de rayos UVA para testar la intensidad adecuada en cada zona de la piel. Qué mejor que un dummy, por si el asunto no funciona. Ellos son una magnifica ayuda en la investigación, como Walter, el dummy azul.
con un corazón que bombea agua Walter camina por control remoto, “suda” –algo que hasta ahora no hacía ningún muñeco– y tiene en el centro de su estructura un corazón que bombea agua caliente y que lo mantiene a 37°C, igual que un hombre. Walter es un sofisticado maniquí que presta sus servicios a la investigación en la industria textil, un campo muy explotado por muñecos variopintos. Su piel está horadada con pequeños poros por los que el maniquí suda cuando lo visten, y así es posible registrar si las prendas permiten la transpiración. Además, sus creadores pueden calcular el tiempo que la prenda mantiene el calor corporal cuando Walter es sometido a temperaturas bajo cero.
Pero hay más: el dummy puede “mudar la piel” y cambiarla por otra de poros más o menos abiertos, para probar diferentes posibilidades de transpiración. Aunque de momento sólo es una “cobaya” desarrollada en la Hong Kong Polytechnic University, tiene un gran futuro: “Será muy útil para  probar la eficacia de la ropa de alta montaña, uniformes militares e incluso trajes para el espacio”, explica el padre del dummy, el investigador Jintu Fan.

Salvar las águilas

Esculturas que imitan ejemplares adultos, para engañar a los pollos
Un equipo de biólogos de Doñana intenta reintroducir águilas imperiales en la comarca de La Janda, en Cádiz, y para ello utilizan esculturas de fibra de coco que simulan ejemplares adultos a tamaño natural. Para su trabajo, recogieron crías en la sierra de Jaén y las alimentaron artificialmente. Cuando los polluelos estaban a punto de iniciar sus primeros vuelos, los llevaron a nidos artificiales situados en La Janda (el águila imperial tiende a anidar donde aprendió a volar). Pero, para que el polluelo reconozca que la zona es apropiada, tiene que ver otras águilas adultas que previamente hayan puesto huevos allí. Y es en esto donde los investigadores esperan que las águilas de mentira desempeñen su gran papel. El proyecto ha comenzado con éxito: los cuatro primeros pollos participantes ya han dejado el nido y están practicando “técnicas de vuelo” en La Janda, alrededor de cinco águilas adultas inmóviles.