En las últimas décadas, el turismo de lo irracional (ya sean monstruos míticos, fantasmas, alienígenas u ovnis) ha experimentado un notable auge que lo ha convertido en bastante más que una alternativa marginal dentro del sector. A día de hoy, por el contrario, cuenta, y bastante, dentro de esta área de negocio. Y aunque prácticamente en todos los países del mundo existen lugares de estas características, solo algunos de ellos los han explotado y explotan comercialmente, edificando todo un negocio alrededor de lo sobrenatural.

El retorno del yeti

Un millón de rublos. Esa es la recompensa que, tal como anunció el pasado mes de noviembre, ofrece el gobernador de la región siberiana de Kemerovo para quien encuentre al yeti. Un proyecto que se encuadra dentro del objetivo de convertir al abominable hombre de las nieves en un reclamo turístico para esta apartada región minera. Y una iniciativa más que se viene a sumar a los más de 4,8 millones de euros invertidos en crear infraestructuras turísticas en la región, entre las que se incluye el haber habilitado una cueva como santuario del elusivo y huidizo monstruo y designar el día 11 de noviembre como el Día del Yeti, en el que se celebran múltiples actos en honor de la entrañable criatura.

Dentro del turismo de monstruos con “tirón popular”, el bigfoot constituye un importante reclamo en Estados Unidos. Especialmente, en el noroeste del país, donde se celebran convenciones y festividades dedicadas al monstruo y donde este sostiene la economía local de un puñado de comunidades que viven del atractivo que para los turistas más intrépidos supone la posibilidad de poder avistarlo o encontrar alguna huella o rastro de su paso.

Aunque si de monstruos con atractivo turístico hablamos, la palma se la lleva Nessie, el habitante del escocés lago Ness. Pese a que hay menciones de supuestos avistamientos de este ser desde el s. VI d. C., la moderna leyenda del monstruo nació en 1934 con una fotografía tomada por el médico londinense Robert Kenneth Wilson, a la que siguieron otras fotografías y “numerosos” avistamientos. Si hasta entonces los visitantes acudían al lago a relajarse y a pescar en sus aguas, a partir de entonces los turistas comenzaron a acudir atraídos por la idea de poder avistar a la criatura lacustre.

Y el mito no ha dejado de crecer, hasta el punto de convertir a este ser en el sostén de una floreciente industria turística que, por ejemplo, en 1993 facturó 19 millones de libras. No obstante, en los últimos años parece que el interés por el monstruo se ha debilitado, como lo demuestra el hecho de que en 2007 dicho negocio solo facturase 6 millones de libras, fruto sobre todo de que el número de “apariciones” se ha visto reducido de las 10-20 anuales que se daban en los años noventa a las 3 que se dieron en 2006. Pese a todo, la influencia de Nessie en el sector turístico de la región sigue siendo destacada, como lo demuestra el hecho de que en 2010 fuese nominado como embajador del año de las Highlands.

Cazafantasmas
Otra opción de viajes paranormales son los fantasmas y castillos encantados. En este caso, es en Reino Unido donde más se ha potenciado este tipo de ofertas. La Haunted Hotel Guide contiene más de cuatrocientos cincuenta alojamientos en Gran Bretaña que ofrecen la posibilidad al viajero valeroso de poder visitarlos, hospedarse en ellos e incluso unirse a grupos de parapsicólogos profesionales. Todo, con la esperanza de tener la ocasión de presenciar  y percibir un fenómeno poltergeist en vivo y en directo.

Claro, que no hace falta salir de España para poder presumir de lo mismo. Basta con dejarse caer, por ejemplo, por la siempre enigmática Galicia, donde dicen que “haberlas, haylas”: brujas, pero también Santa Compaña, ánimas y residencias encantadas, como la famosa Casa do Demo en la localidad de Anllóns, en la que uno puede hospedarse, y donde tuvo lugar el primer fenómeno poltergeist documentado en España, allá por 1900, cuando una mujer y su nieta se vieron obligadas a abandonar la vivienda ante las crecientes torturas que sufrían de un “ser del más allá”. Aunque todo apunta a que ahora la Casa do Demo es un lugar apacible y tranquilo.

Y para los turistas menos resueltos,  siempre queda la opción de visitar, deprisa y corriendo antes de que anochezca, el pequeño municipio jienense de Bélmez de la Moraleda, donde en 1971 se dio el famoso caso de las caras que captó tal atención mediática que desde entonces este pequeño pueblecito ha atraído a millares de visitantes ávidos de sucesos sobrenaturales.

Una opción menos “terrorífica” y más lúdica que dormir en alojamientos fantasmales lo constituyen los denominados ghost walks que se organizan en muchas ciudades, sobre todo europeas, como Londres, París, Estocolmo, etc., y que invitan a realizar un recorrido guiado por los lugares más fantasmagóricos de los cascos históricos, incluyendo viviendas encantadas, cementerios, escenarios de crímenes y otras paradas “de alucine”.

Pero no solo en Europa hay estos ghost walks; en EEUU también se organizan con indudable éxito a lo largo de todo el país, desde Saint Augustine, en Florida, el asentamiento europeo continental más antiguo con una larga historia trufada de incursiones piratas, guerras francoespañolas, masacres indias y devastadoras epidemias de fiebre amarilla y viruela; hasta Hollywood, Nueva Inglaterra, y la siempre inquietante Salem, en Massachusetts, otra de las comunidades norteamericanas que viven en gran medida del turismo paranormal; en este caso, merced al famoso caso de las brujas allí ajusticiadas.

De Drácula a ET
Directamente emparentado con el turismo de fantasmas está el de vampiros, que busca las localizaciones donde supuestamente habitaron estos seres de colmillos afilados y que tiene su epicentro en Transilvania. Pero que desde hace poco también cuenta con un destino muy popular en Nueva Orleans, gracias a la no tan lejana en el tiempo Entrevista con el vampiro, de la escritora Anne Rice, que situaba la residencia del chupasangre Lestat en esta ciudad. Además, esta villa cuenta con el atractivo adicional de estar impregnada de una mucho más real mística vudú.

Pero probablemente el turismo estrella dentro del mundillo paranormal sea el relacionado con el fenómeno ovni, consistente en visitar lugares donde se han producido numerosos o destacados avistamientos, con la esperanza de ser partícipe de alguno, y que cuenta con múltiples lugares de peregrinaje.

Desde el valle de Hessdalen, en Noruega, una región donde históricamente ha habido una gran cantidad de avistamientos y que es un éxito turístico gracias precisamente a ello, hasta Mezcala, en México, donde en fecha tan reciente como 2008 tuvo lugar un avistamiento masivo en el que cientos de personas afirmaron haber observado unas luces en el cielo.

Y también la populosa Los Ángeles, que entre 1947 y 2005 encabeza la lista de lugares de EEUU en los que se han producido avistamientos (1.346) y que, además, cuenta con la ventaja añadida de ofrecer muchas otras opciones al turista. Y San Clemente, en Chile, municipio andino a 240 km al sur de la capital donde el Servicio Nacional de Turismo, en colaboración con las Autoridades locales, ha abierto la primera ruta de Turismo Ufológico del país: 30 km que recorren lugares donde se han producido supuestas apariciones de naves y que disponen también de alguna sorpresa arqueológica, como el lugar donde se descubrieron dos grandes piedras de 2 metros de altura y perfectamente hexagonales que nadie sabe quién puso allí.

Como decía el carismático e inolvidable agente Mulder de Expediente X, la verdad está ahí fuera. Solo es cuestión de salir a buscarla en vacaciones. Si hay valor para ello.

Kongomato

Es el nombre que los nativos que viven a orillas del río africano Zambeze dan a una criatura descrita como un gigantesco reptil volador. Fue el explorador Frank H. Melland el primero que recogió, en 1923, testimonios sobre la supuesta existencia de este ser. No hay ninguna foto (ni auténtica, ni trucada) de la criatura. ¿Quién se atreve a sacar la primera?

El chupabras

De Puerto Rico a México, pasando por Guatemala, Honduras, toda América Central parece ser escenario de los ataques de este extraño ser, una especie de vampiro que desangra al ganado. Pero si alguien tenía intención de capturarlo, mala suerte. Recientemente, un grupo de investigadores ha desvelado que la criatura es en realidad una especie de tejón.

El gusano de la muerte

Los nómadas del Gobi se refieren a él en la lengua local con el nombre de allghoi khorkhoi. Se trata de un supuesto reptil de casi 2 m de longitud que surge de la arena en los meses de verano, una criatura realmente letal que mata a sus víctimas lanzándoles una especie de descarga eléctrica.
El folclore mongol documenta los ataques de este monstruo desde el siglo XII.

El monstruo del Lago Ness

Será una criatura de ficción, pero lo han nombrado embajador de las Highlands.

Noche de miedo

Las leyendas dicen que el castillo de Kinnity, en Irlanda, está encantado.

Las caras de Bélmez

La casa de María Gómez en Bélmez recibe cientos de visitas para ver las famosas caras.

BigFoot

La imagen más famosa de este supuesto monstruo fue grabada en 1967, en California, por Roger Patterson.

La ballena de Giglioli

En 1874, durante el viaje de la fragata Magenta cerca de las costas de Chile, el naturalista Enrico Hillyer Giglioli afirmó haber avistado un nuevo tipo de cetáceo. Una criatura extraña sobre cuya existencia real no se ha encontrado ninguna prueba, aunque sí se han reportado al menos una docena de supuestos avistamientos más en las aguas de América del Sur.